
Una reseña negativa en TikTok desató una tormenta digital entre la creadora de contenido Aurora Griffo (Glamorama) y la panadería francesa JL Patisserie en Scottsdale, Arizona. La empresaria Jenna Leurquin respondió públicamente acusando a la influencer de mentir y ejercer acoso, luego de que supuestamente ofreciera un trato de “reseña positiva a cambio de comida gratis”. La polémica escaló hasta que Griffo emitió una disculpa pública y borró contenidos; el episodio dejó lecciones de manual sobre manejo de crisis para pequeños negocios en la era de los creadores.
El 7 de octubre, Griffo publicó una reseña mixta: alabó algunos productos, pero cuestionó precios y sugirió que un relleno de pistache era “falso”. El video ganó tracción cuando JL Patisserie respondió con un clip en el que negó tajantemente el uso de sustitutos y defendió su calidad.
@ibelieveinmepsychology #greenscreen #greenscreenvideo #jlpatisserie #glamorama #phoenixaz ♬ Up Final_naruto_sempay23 – Itachi
En su respuesta, Jenna Leurquin aseguró que la influencer pidió colaboración y sugirió “ser más suave” en lo negativo a cambio de consumos “comped” (bonificados). La dueña afirmó que no aceptaron; aun así, la creadora acudió al día siguiente y luego publicó la reseña. “Respetamos una mala reseña; lo que no nos gusta es la mentira y el bullying”, dijo la empresaria en video, frase que se volvió central en la discusión.
@jlpatisserie I will forever dedicate my time and energy to continue to make it right to the people who value my teams hard work and have respected us and supported us since day one. #review #influencer #bakery ♬ original sound – JLPATISSERIE
Para rebatir el señalamiento de “pistache falso”, JL Patisserie mostró en cámara la pasta 100% pistache importada y otros insumos europeos, y llevó a la audiencia a cocina para explicar su método. La pieza, replicada por medios y cuentas de tendencias, sumó millones de vistas y revirtió el daño reputacional inicial.
1) Responder rápido y con la dueña a cuadro. Humaniza, asume control del relato y muestra liderazgo.
2) Mostrar pruebas verificables. Ingredientes, procesos y precios explicados con detalle técnico desmontan afirmaciones vagas.
3) Tono firme, no incendiario. La frase “no nos gusta la mentira y el bullying” rechaza la agresión, sin incitar odio.
4) Enmarcar el caso en un problema sistémico. La dueña habló del trato a trabajadores y de prácticas poco éticas de algunos creadores, ampliando la conversación.
5) Activar a la comunidad. La audiencia local y clientes respaldaron al negocio, amplificando mensajes y desactivando la narrativa original.
El caso Glamorama vs. JL Patisserie evidencia el poder —y los riesgos— del marketing de influencia cuando se cruza con pequeñas empresas. La respuesta rápida, documentada y con tono firme de la panadería logró reencauzar la conversación y terminó con una disculpa pública. Para quienes emprenden, la lección es clara: políticas transparentes, pruebas a la vista y vocería empática son la mejor defensa ante reseñas virales potencialmente injustas.
