Se trata de mujeres que han sido elegidas para dirigir empresas que se encuentran en caída libre, lo cual implica un mayor riesgo para su desempeño.
El concepto nace posterior al de “techo de cristal”, el cual señala las dificultades que enfrentan las mujeres para obtener puestos de liderazgo. El “Glass Cliff” o “Acantilado de Cristal”, acuñado por unos investigadores ingleses, se refiere a la tendencia de las mujeres a romper esa cubierta transparente para acceder a cargos de alta dirección sólo cuando hay una gran crisis que enfrentar, lo cual, obviamente, dificulta su éxito en el puesto.
En 2005, investigadores de la Universidad de Exeter en Reino Unido, la psicóloga Michelle K. Ryan, y su colega Alexander Haslam, publicaron un análisis en el British Journal of Management. Explicaban que el género femenino estaba sobrerrepresentado con posiciones de liderazgo precarias, que las hacían caer fácilmente en el llamado acantilado de cristal.
¿Cómo es el acantilado de cristal?
Para explicarlo, los autores del análisis retomaron el caso de la muy famosa exprimera ministra inglesa, Margaret Thatcher, quien a inicios de su carrera política fue nombrada ministra de Educación, cuando las revueltas estudiantiles estaban ardiendo, enfrentando fuertes críticas. En 1979, la conocida como “Dama de Hierro” se convirtió en la primera ministra de la poderosa nación insular de Europa, en un momento en que esta le hacía frente a una imparable recesión económica y una crítica tasa de desempleo.
De esta forma, se visibilizó que, si bien las mujeres en la actualidad están alcanzando puestos de mayor rango en las corporaciones, tienen también mayor probabilidad que los hombres de fracasar, de encontrar ese “acantilado de cristal”.
La hipótesis de esta investigación académica se llevó a cabo tras examinar el desempeño de las empresas del FTSE 100- las compañías de mayor capitalización bursátil del Reino Unido- antes y después del nombramiento de un miembro del consejo de administración, ya sea hombre o mujer.
El acantilado de cristal es un secreto a voces
Se reveló que, durante un período de caída general del mercado de valores, las firmas que colocaron a mujeres para encabezar sus juntas directivas habían tenido un mal desempeño tiempo antes de que estas ocuparan el cargo, a diferencia de sus colegas del sexo opuesto. Lo arrojado en el estudio dibujó una problemática más para las mujeres que alcanzan estas posiciones y tienen ocultas esas situaciones, las cuales merman su desempeño.
Se concluyó que las mujeres enfrentan más desafíos que los hombres para subir a la cima de la escalera corporativa, incluso al llegar a esta. De igual modo, se señaló que es probable que ellas reciban un mayor escrutinio y críticas ocupando el mismo papel de liderazgo.
El estudio de la Universidad de Exeter busca adelantarse en el debate de que si las mujeres en esos puestos de mando tienen o no un buen desempeño, al dejar claras la citada problemática. En ese sentido, se buscó establecer cierto equilibrio en el debate, que se genera ahora que cada día más mujeres tienen la oportunidad de estar al frente de más empresas o tener su propio negocio.