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Tienen menos de 25 años y ya son dueños de un negocio. ¿Cómo son los emprendedores de la Generación Z?

La Generación Z usa la tecnología como una extensión de su cuerpo, es inquieta, creativa y se preocupa por ayudar a la sociedad.

¿Cómo son los emprendedores de la Generación Z?
¿Cómo son los emprendedores de la Generación Z? © Emprendedor.com

Los emprendedores de la Generación Z están cambiado al mundo. Un ejemplo es Adán Ramírez: mexicano, universitario y emprendedor; es nativo digital, le gusta la ciencia, gestiona su conocimiento y quiere mejorar su entorno. A sus 22 años es cofundador y director de Tecnología de la empresa GreenFluidics, cuyo sistema de biopaneles solares busca transformar la manera de abastecer de energía limpia y oxígeno a los sectores residencial e industrial, incluyendo el aeroespacial.

El desarrollo –que ya atrajo el interés de empresas extrajeras y de la Agencia Espacial Mexicana para llevarlo al espacio a través de terceros– combina la actividad fotosintética de las microalgas con la eficiencia del transporte térmico de nanofluidos, que permite capturar CO2, producir oxígeno, generar calor metabolizado y captar la radiación solar.

Con ello, este joven mexiquense y su equipo conformado por tres universitarios que no pasan de los 22 años y un profesor investigador que hace las veces de CEO, ha representado a México en concursos nacionales e internacionales como el Innovation Match, en 2017; el HultPrize (Nacional e Internacional), el Energy Transition Business Camp , el Reto Energía Asequible y no Contaminante del Foro Consultivo de Ciencia y Tecnología y el GreenPreneurs, en 2018.

“Fuimos seleccionados como unos de los 10 mejores proyectos de energía sostenible del mundo por el Global Green Growth Institute y ya estamos buscando una primera ronda de inversión para ‘prototipar’. Recientemente, la Agencia Espacial Mexicana nos informó que nos vinculará con empresas que han llevado experimentos a la estación espacial internacional. En este caso sería para llevar no solo energía, sino también oxígeno”, indica.

Al igual que Adán, cada vez son más los miembros de la Generación Z, también llamados centennials, los que irrumpen en el ecosistema emprendedor con ideas que dejan ver su ADN digital, pero también su sensibilidad para intentar resolver las problemáticas de orden social y medioambiental.

¿Quiénes son? ¿Qué piensan? ¿Qué los motiva? Son jóvenes cuyas edades van de los tres a los 24 años, que nacieron y crecieron con Internet y que de acuerdo con diversas investigaciones de orden antropológico, social y hasta mercadológico son autodidactas, multiculturales, realistas, optimistas, inclusivos, creativos, irreverentes y ¿por qué no? impacientes.

“No se hablar de una generación en términos matemáticos para generalizar personalidad. Cada joven tiene motivaciones, aspiraciones y talentos que debe identificar y capitalizar”, dice José Carlos Martínez, fundador de Yancui, un programa para niños de educación básica que se centra en la identificación temprana de liderazgos, habilidades y competencias para generar emprendimiento social.

Hijos de la Generación X y seguidores del estilo millennial

La mayoría de esta nueva camada de emprendedores son hijos de la generación X y, siguiendo el estilo de los millennials, ellos también quieren emprender. El estudio Generación Z: El Dilema, elaborado por la consultora de comunicación Atrevia y Deusto Business School, indica que casi cuatro de cada 10 apuesta por emprender por vez primera a la edad promedio de 24 años.

¿Qué giros los enamoran? Page Personnel indica que lo relacionado con el cuidado del medio ambiente, bienestar social, derechos humanos y salud siempre alineado al cumplimiento de tres metas claras en el campo profesional: a) ser emprendedores, b) ser innovadores y c) ser creativos, tal como lo señala el estudio Generation Z Grows Up, difundido por la firma de Recursos Humanos People Matters.

Pero no todo es miel sobre hojuelas y también hay cosas que les preocupan a esta generación. Por ejemplo no hallar un empleo o actividad alineada a sus intereses o personalidad, no poder crecer profesionalmente y no alcanzar sus metas en ese plano, apunta el estudio de Deusto Business School.

“Son jóvenes que saben trabajar en equipo, que tienen una mayor conciencia ambiental, que buscan transformar la sociedad y su entorno. Esto nos llena de gusto, porque vemos emprendimientos que van a transformar el mundo en que vivimos”, dice Jaime Santibáñez, director general de Junior Achievement México (JA México), una organización sin fines de lucro que promueve el espíritu emprendedor en niños y jóvenes.

La Generación Z moverá la economía

La Generación Z moverá la economía de los próximos años, por lo que los expertos en formación empresarial coinciden en la necesidad de implementar acciones y programas para catapultar su actividad emprendedora cuanto antes.

Viento a favor

La Generación Z es un colectivo de unos 2,400 millones de personas en el mundo. Representan el 32% de la población total y a decir del estudio New Kids On The Block: Millennials & Centennials del Bank of America Merrill Lynch, para 2025 manejarán junto con los millennials el 47% de los recursos económicos mundiales.

A su favor tienen la facilidad para acceder a información en línea, la disposición para gestionar su conocimiento en un entorno multimedia y la capacidad emprendedora, cuyo potencial ya empieza a ser reconocida por el ecosistema.

A esto se suma un abanico de recursos de formación empresarial públicos y privados que ahora no solo abarca a universitarios, sino que también se orientan a niños y adolescentes. Su objetivo es el fortalecimiento de capacidades, el desarrollo de una cultura emprendedora y, en algunos casos, vincular a los jóvenes con instituciones o particulares que otorgan financiamiento/apoyos.

En este sentido la publicación Pensamiento iberoamericano: juventud, emprendimiento y educación, realizada por la Secretaría General Iberoamericana en coordinación con la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo, indica que los programas de emprendimiento joven que ofrecen formación gerencial y empresarial, así como servicios de tutoría y de orientación/asesoramiento, son los que muestran los mejores resultados y en México ya hay acciones en ese camino.

La otra cara de la moneda

Aunque está comprobado que el emprendimiento a edades tempranas impacta en la empleabilidad y competitividad de las naciones, los centennials o jóvenes de la Generación Z pueden enfrentar algunas barreras sui géneris a la hora de poner en marcha una idea de negocio.

Por ejemplo, ¿sabías que los menores de edad no tienen personalidad jurídica y, por lo tanto, no pueden constituir una empresa, emitir facturas, gestionar un crédito o aspirar a recibir un apoyo gubernamental? ¿O que su juventud puede interferir en la credibilidad que generan en una negociación?

La buena noticia es que existen salidas donde los padres o tutores pueden asumir la personalidad jurídica necesaria para la constitución y operación de la empresa.

Andrés Martínez, un adolescente de 14 años socio de la empresa Pop Dron (especializada en servicios multimedia para todo tipo de eventos) recurre a esa estrategia. Lo mismo hacen Alejandra y Fernanda Cruzado, dueñas de Shovell Brands, una firma de diseño personalizados sobre textiles.

“Me asocié con mi hermana. Ella estudia preparatoria, tiene 17 años y es muy buena para pintar. Yo estudio publicidad. Hicimos sinergia y usamos nuestros talentos para vender chamarras de mezclilla personalizadas con los diseños que ella pinta. Por ahora mi mamá nos factura y mi papá nos apoya con capital”, explica Alejandra.

En este sentido y para ser transparentes con el manejo de los activos del emprendedor, Maricarmen Cabrera, fundadora de BusinessKids, sugiere firmar un convenio que comprometa a los tenedores de la empresa a ceder la propiedad cuando el menor cumpla la mayoría de edad.

De igual manera puede crearse un fideicomiso con los ingresos del niño y entregárselo cuando este cumpla 18 años.

“Hay muchas cosas que sí podemos hacer, lo importante es conocer la ruta y estar conscientes de que las empresas y las ganancias son de los niños”, agrega Maricarmen.

Como puedes apreciar, los emprendedores de la Generación Z que superan la mayoría de edad no tienen estos problemas, pero aquellos que son niños o adolescentes deben investigar, prepararse y apalancarse con terceros.

Recomendaciones para los jóvenes de la Generación Z

Aunque los jóvenes centennials tienen potencial emprendedor, también pueden ser víctimas del fracaso empresarial por la falta de experiencia, la ausencia de una red de contactos y las dificultades financieras.

Para evitarlo tienen el reto de capacitarse, integrarse a redes de networking, entender la dinámica de un ecosistema emprendedor inmerso en la economía del conocimiento y hacer lo necesario para pasar de las ideas a la acción.

“Tenemos un ecosistema relativamente maduro donde cada vez más organizaciones quieren impactar mediante concursos y convocatorias que premian las ideas. Por todos lados vemos convocatorias pero nos estamos saltando una parte importante: transformar esas ideas en realidades”, dice Jesús Esparza, vicepresidente de Enactus Worldwide y presidente de Enactus México.

Para lograrlo, Esparza apuesta por replantear las reglas de algunos concursos privilegiando la acción y la entrega de prototipos, dosificando recursos y concientizando al emprendedor.

“¿Que no hay dinero para invertir? Yo no lo creo. Lo que no hay son negocios que demuestren con hechos su viabilidad. Nos está faltando poner en práctica las ideas y detonar con ello las habilidades y competencias de nuestros jóvenes”, añade.

En esta ecuación la mentoría institucional es fundamental, así como una política pública que incluya todo tipo de apoyos para materializar los proyectos.

“Debemos ocuparnos para que los jóvenes se interesen, hacerles ver que son dueños de su destino y que en sus manos está cambiar el mundo. Hay que hacerlo con una hoja de ruta, procurando que sus proyectos de negocio sean rentables desde el principio, que tengan socios adecuados… Mucho tiene que ver con información, motivación y capacitación”, añade Jaime Santibáñez, de JA México.

En este sentido, Adán Ramírez y su equipo de GREENFluidics cumplen la premisa, ya que se han capacitado, han generado redes de apoyo y se han enfocado en lograr un equilibrio en la sociedad .

“El equipo está conformado por Juan Antonio Arriaga y Kathia Álvarez estudiantes de 9º semestre de Biotecnología en la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM); así como por Antonio Peñaloza, estudiante de 7º semestre de Derecho en el ITAM. Nuestro CEO es el doctor Miguel Mayorga, profesor Investigador de la Facultad de Ciencias de la UAEM. Su experiencia nos ha ayudado a encausar el proyecto, sobre todo cuando se trata de ciertas negociaciones porque los jóvenes a veces no tenemos esa credibilidad que inspira una persona de más edad”, dice Adán.

Como puedes observar si bien existen algunos retos, también hay oportunidades que los centennials pueden aprovechar. Tienen el talento, los recursos, la creatividad y un camino de enseñanzas y aprendizaje trazado por sus antecesores millennials.

El papel de los padres

Los jóvenes emprendedores no solo necesitan formación empresarial, socios adecuados, capital semilla y conocimientos técnicos: también requieren una guía y acompañamiento especial que muchas veces encuentran en sus padres.

Cuenta de ello da Héctor Cruzado, socio fundador de Zoe Water, quien desde su trinchera de emprendedor acompaña y asesora a sus hijas Fernanda y Alejandra, de 17 y 20 años, fundadoras de Shovel Brands, una firma de diseño personalizado sobre textiles.

“La aventura ha sido enriquecedora y de alguna manera muy natural, pues desde hace siete años nos escucha a su mamá y a mi hablar todo el tiempo sobre negocios. Es satisfactorio ver lo que hacen, pues el camino del emprendimiento no es para todos: hay que tener actitud y valentía para probar y asumir riesgos”, indica.

Para apoyarlas les comparte consejos sobre temas financieros, administrativos, fiscales y de imagen; así como los relativos al manejo de emociones ante el fracaso y la frustración, por ejemplo. “A su edad los jóvenes creen saberlo todo y que dominan el mundo, por eso mejor me limito a acompañarlas, empoderarlas y darles información que puedan digerir rápido, como textos cortos con casos de éxito de otros emprendedores”.

Asimismo, realiza con ellas algunos ejercicios. Por ejemplo, para superar la frustración al fracaso ejecuta los siguientes pasos en sesiones de 10 minutos a) analiza las causas, b) identifica la responsabilidad en ello c) elabora rápidamente pasos a seguir para lograr una siguiente meta.

“Creo que como padres debemos ser consultores y acompañantes; dar el espacio a los hijos y confiar en ellos. Obviamente, el ecosistema tiene que hacer su parte. Lamentablemente no hay una red de apoyo eficiente para ellos; vamos, ni siquiera existe para los adultos. Urge cambiar las cosas”, comenta.

Para ello propone la creación de un Consejo de Emprendimiento Mexicano integrado por emprendedores consolidados en diversas ramas, quienes no solo aporten dinero para apoyar a emprendedores, sino capital intelectual para dirigir las ideas y proyectos de los jóvenes.

“Si cada uno, además de dinero aportáramos sesiones de nuestro conocimiento de piso o de calle;  o de las heridas recibidas en el camino podríamos enriquecer y aportar el desarrollo de esos chavos. Definitivamente, hay mucho por hacer”, agrega.

Como puedes observar el papel de los padres es fundamental y, más allá de si el progenitor tiene formación empresarial o no, lo recomendable es ser uno padre presente, responsable y respetuoso con el emprendimiento de los hijos.

Coordinación editorial: Marisol García / Dirección de arte y producción: Vanessa Patiño / Foto y postproducción: Isaac Alcalá Nácar

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Periodista. Cuento historias de negocios y emprendimiento. Admiro a quienes generan empleo.
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