4 secretos de Taika Waititi (Director de Thor: Ragnarok) para impulsar la creatividad
El director neozelandés dejará ser un desconocido para transformarse en una figura mundial tras el estreno de Thor: Ragnarok, la más reciente cinta del Universo Cinemático de Marvel que llega a los cines el 2 de noviembre. ¿Qué podemos aprender de él?
Fuera de su país Taika Waititi es todavía un desconocido, pero en Nueva Zelanda es una verdadera celebridad. ¿La razón? El particular tono de sus películas y el cúmulo de emociones que despiertan: una mezcla de alegría y tristeza que ha hecho que los críticos se refieran a ellas como si pertenecieran a un nuevo género cinematográfico, el sad happy cinema (algo así como el cine triste, pero feliz).
Gracias a películas como Entrevista con unos vampiros (2014), Cazando a los salvajes (2016) y el corto Two Cars, One Night (2004) que le valió una nominación al Óscar en la categoría de Mejor Cortometraje, Taika Waititi ha hecho que el mundo lo voltee a ver.
Pero antes de la fama, antes de Hollywood, antes de Marvel, Taika era ya ese tipo sencillo persiguiendo un sueño, consciente de que su principal ventaja competitiva es la creatividad. En 2010 fue invitado a dar una plática Ted en Doha , la capital de Qatar, en la que compartió su filosofía de vida y el camino recorrido para convertirse en director de cine.
Antes de que Thor: Ragnarok arrase con la taquilla en el mundo entero, vale la pena recordar los preceptos que siguen moviendo al hombre que promete convertirse en uno de los grandes directores de cine de nuestros tiempos.
HAGAS LOS QUE HAGAS, ¡DIVIÉRTETE!
Durante mucho tiempo Taika Waititi no supo exactamente a qué se iba a dedicar. Sabía que dibujar le divertía y por eso lo hacía todo el tiempo y sin parar. Sentía un enorme placer al crear, al expresarse y eso lo fue acercando a otras disciplinas que resultaron igual de entretenidas. Eventualmente llegó al cine, en donde encontró el medio que amalgamaba todo lo que de alguna manera le interesaba.
¿La lección? En tu vida como emprendedor es crucial que jamás te dejes de divertir. Si algo en verdad te gusta, encuentra la manera de seguirlo haciendo. No dejes que los procesos te lleven a una rutina de tareas grises que no te apasionan. Haz como Taika y diviértete, es el único modo de no perder tu esencia creativa y de llegar a ser la mejor versión de ti mismo que pueda existir.
RECONOCE TU MATERIA PRIMA
Contrario a lo que uno pudiera imaginar, Taika no se describe a sí mismo como un director de cine. “Mi trabajo es expresarme, compartir mis ideas y mi punto de vista,” explica. Su materia prima es la creatividad y reconoce que es lo más valioso que tiene. Él ha dirigido películas, ha actuado en ellas, ha escrito guiones (sí, el rumor de que participó en el primer tratamiento de Moana es totalmente cierto), ha hecho stand-up comedy y ha probado todas las disciplinas en las que ha encontrado lugar para que la creatividad, su materia prima, fluya.
¿La lección? Pregúntate cuál es realmente tu esencia, tu materia prima. Busca la manera de desdoblarla hacia actividades que no hoy no parezcan obvias. El talento que tienes puede ser aplicado más allá de las actividades que hoy reconoces y realizas. Experimenta y déjate sorprender.
CONSEJO: OBSESIÓNATE CON ALGO
Taika habla de su obsesión. Hacia Freddie Mercury. La Capilla Sixtina. Robocop. El cáncer de mama de su madre. Hitler. Charlie Chaplin. Cosas que de alguna manera lo movieron y lo obligaron a ver el mundo desde otra perspectiva. Hoy en día la obsesión parece tener una connotación negativa, pero en ella el director siempre ha encontrado la inspiración creativa.
¿La lección? Más que temerle, explora tu obsesión. Entiéndela y úsala a tu favor. Porque justo ahí en donde se encuentra hay energía que puedes transformar en ideas creativas. Si tu obsesión te lleva a ver las cosas desde otra perspectiva, abrázala y hazla tuya. Aunque no lo creas, puede ser tu mejor aliada.
POR ÚLITIMO: EL PODER DEL FRACASO
En el mundo de Taika el fracaso es combustible para la creatividad. Leyendo malos libros, viendo malas películas, equivocándote una y otra vez es como uno aprendes qué es lo que no deberías de hacer. El director cuenta que un día participó en un programa de televisión haciendo el papel de un stripper en diminuta ropa interior. Estando en el set se dio cuenta de que lo único que hacía ahí era impulsar el sueño de alguien más. Ese día decidió que escribiría el guion de Two Cars, One Night el cortometraje que le valdría la nominación al Oscar.
¿La lección? Es común que maldigamos las épocas oscuras de la vida laboral y personal sin darnos cuenta de que son justo éstas las que nos obligan a movernos, a pensar diferente, a probar suerte con sueños que los demás creen absurdos, pero que son absolutamente ciertos y alcanzables. Mira a tu alrededor y si estás haciendo un papel en la película de alguien más, haz como Taika y escribe la tuya.
Lo más seguro es que te sorprendas de lo lejos que llegarás.